Entre el placer y la quietud: La autoaceptación como clave de la sexualidad
La sexualidad es un terreno sagrado: una puerta de entrada a la fuente de nuestra fuerza vital, a las profundidades de nuestra alma. Sin embargo, a menudo se ve eclipsada por la culpa, la vergüenza, los miedos y las expectativas sociales. Muchas personas experimentan su sexualidad como un paisaje fracturado: atrapadas entre el anhelo y la represión, entre el deseo y la resistencia, entre la intimidad y los límites. En esta tensión reside la invitación a reconectar con tu propia verdad.
El tabú que rodea la sexualidad: lo que nos hace.
Durante siglos, la sexualidad en muchas culturas ha estado acompañada de normas, dogmas y vergüenza. Aprendemos desde pequeños —a menudo inconscientemente— que ciertas expresiones de placer son «indecorosas» o que debemos ocultarlas. Esto crea capas de ocultamiento, disociación y conflicto interno. Cuando una parte de nosotros es silenciada, no puede sanar. La energía reprimida sigue actuando en secreto, generando a menudo tensión interna, culpa o una relación distorsionada con el placer y la intimidad.
Filosofía del cuerpo: el placer como arte de vivir
En un sentido filosófico, el cuerpo no es un obstáculo ni una prisión para el alma, sino un templo a través del cual el alma danza. El placer no es una anomalía instintiva, sino un impulso creativo, un movimiento de poder creativo. El filósofo Nietzsche afirmó que la vida debe ser moldeada como una obra de arte, y esto incluye al cuerpo. Si entendemos el placer como arte, como la pincelada de nuestra existencia, entonces se convierte en una expresión de nuestra absoluta afirmación de nosotros mismos.
Dimensión espiritual: la sexualidad como puerta de entrada a la unidad
En un plano espiritual, la sexualidad trasciende la excitación física: es fusión, resonancia, una danza energética. En las tradiciones tántricas, se concibe como un camino hacia la unión con lo divino: cuando dos campos energéticos se encuentran, se crea un tercero, una síntesis de amor, consciencia y éxtasis. Tú también puedes buscar esta unión en tu interior: entre tu mente y tu cuerpo, tu alma y tu intelecto. En este espacio, puede surgir una sexualidad sanadora.
El chakra sacro y el campo de la vida creativa
El chakra sacro (Svadhisthana), ubicado aproximadamente dos dedos por debajo del ombligo, es el centro energético donde convergen la alegría, la sensualidad, la creatividad y la profundidad emocional. En su estado más puro, permite sentirse libre, reinventarse y experimentar el deseo como un flujo natural. Sin embargo, cuando se bloquea —por vergüenza, culpa, experiencias traumáticas o condicionamientos externos— este flujo se estanca y se transforma en estancamiento o dolor.
Psicología del deseo: entre el miedo y el deseo
Desde una perspectiva psicológica, nuestros patrones internos son muy sutiles. Arrastramos huellas en las que el deseo sexual se asoció con peligro, rechazo o dolor. Quizás recibimos el mensaje de que éramos «demasiado», «impuros», «prohibidos» o «peligrosos». Así, aprendemos a reprimir partes de nuestro deseo. Pero a menudo hay valor en esta represión: protegernos. Sanar significa reaprender que la sexualidad puede ser bienvenida de nuevo en un espacio seguro: dentro de nosotros mismos.
La sanación como un regreso a ti mismo
La verdadera sanación no consiste en eliminar ni reprimir, sino en recuperar la integridad original. Te reencuentras contigo mismo/a. Abrazas con amor la parte que se ha separado de ti. Cierras la brecha creada por la vergüenza, el miedo o las influencias externas. En este proceso, la sexualidad vuelve a ser parte de ti, no como algo ajeno, sino como una expresión natural de tu ser.
Lenguaje ligero para una sexualidad sana: una reconexión suave
¿Quién mejor para guiarnos en el camino hacia una sexualidad sana y natural que los sabios seres leones del sistema estelar de Lira? De ellos he canalizado un suave lenguaje de luz para una sexualidad sana : una transmisión que te conduce amorosamente de vuelta a la conexión con tu cuerpo, tu flujo interior y tu sensualidad.
Resuena en las frecuencias de la gentileza, la autoaceptación y la paz interior, ayudándote a liberar bloqueos en el chakra sacro a un nivel sutil y a dejar ir suavemente viejos patrones.
Cómo funciona el lenguaje de la luz
- Activa suavemente tu chakra sacro y hace que tu energía vuelva a fluir.
- Te ayuda a sentirte a ti mismo sin juicios, en toda tu profundidad.
- Te ayuda a reconocer y liberarte de viejas cargas emocionales.
- Te recuerda: tu deseo está permitido, tu cuerpo es valioso, tus límites son válidos.
- Abre un espacio donde puede producirse la sanación: dentro de ti mismo.
Integración: cómo trabajar con el lenguaje de la luz
Elige una habitación tranquila donde te sientas a salvo. Escucha el lenguaje de la luz con el corazón abierto, sin expectativas. Deja que obre su magia, observa lo que surge: emociones, sensaciones, imágenes o simplemente silencio. Repite esto con regularidad.
La autoaceptación como fundamento
La clave para una sexualidad sana reside en tu actitud interior: *Estoy bien tal como soy*. Cuando vuelves a sentir esta verdad en tu interior, muchas dudas, expectativas y exigencias internas se disuelven. Empiezas a verte con compasión, a respetar tus límites y a escuchar tus deseos como el lenguaje natural de tu alma.
De lo individual a lo comunitario
Una sexualidad sana no es un fenómeno aislado; también nutre nuestras relaciones, nuestra creatividad y nuestras culturas. Cuando más personas encuentran la paz interior, surge un nuevo espacio colectivo: un espacio donde la intimidad, el respeto, la sanación y el amor vuelven a ser posibles. Tú formas parte de este espacio. Tu plenitud trasciende tu persona.
Entre el placer y la quietud – en el fluir de tu ser
No es necesario experimentar el deseo constantemente ni definir quién eres únicamente a través de tu físico. En la quietud, encuentras la sabiduría de tu cuerpo, la memoria de tu origen. En el deseo, encuentras la vitalidad de tu esencia. El puente entre ambos es la autoaceptación, y este mismo puente te invita a vivir tu sexualidad con libertad, dignidad y sanación.
Tu suave paso hacia la sanación
Si estas palabras resuenan contigo, te invito a conectar con este lenguaje de luz. Puede servirte —una y otra vez, con suavidad y amor— para guiarte de regreso a ti mismo/a, a tu poder, a tu fluidez. Escúchalo. Siéntelo. Obsérvalo. Y permite que la sanación se despliegue en tu interior.